miércoles, 3 de agosto de 2011
El choreamiento social chilensis
Esto es algo, que como dijo el ministro Longueira (ja), era obvio. El choareamiento social chilensis, el descontento de una sociedad que con el paso del tiempo se ha venido dando cuenta que la tienen agarrrada de sus partes nobles y no la sueltan ni siquiera para respirar un poco. Los estudientes y su movimiento me tienen chato me dijo un compañero de trabajo. Me quedé pensando por un instante en esa frase y la verdad es que, teniendo 3 niños en el colegio, llegué a pensar, "bueno...., si pierden el año escolar, es tal vez el mal menor frente a la horrorosa realidad existente". Este movimiento me simpatiza en extremo, no comulgo con los violentistas ni con los imbeciles que han destroizado sus propias aulas, pero este movimiento es y será histórico, este es un punto de no retorno, las mejores cosas están por venir. Despertó el pueblo escuché por ahí, Dios nos ecuhe y el Diablo se haga el sordo. El tema es que esta es la punta del témpano (ojo que no dije iceberg, palabra anglosajona. Tema que en algún blog futuro espero abordar; la verguenza de balbucear este idioma por parte de las empresas para vender, no siendo siquiera un país bilingue), respecto del choreamiento de la sociedad chilena. Tengo 3 hijos, estoy pagando mi casa como la gran mayoría de los chilenos, con un estupendo crédito hipotecario, con una tasa de interés "muy buena" (4.5%), la que en resumidas cuentas me hará pagar mi casa casi dos veces al final del período pactado. Mis hijos están en edad escolar todavía, No quiero ni imaginar todavía el momento en que el primero salga del colegio (en 4 años más sí lo hará). Tendré que pedir seguramente otro crédito hipotecario, perdón, crédito universitario con "aval del estado", esta vez ya no al 6% si no que con una "muy buena tasa" de un 4,5% como pretende rebajar el estado, es decir, de nuevo pagaré casi dos veces el crédito. Luego vendrá mi segundo hijo y 4 años más tarde mi hijita. Es decir, siendo yo un ingeniero que no gana mal, estáre hasta el cuello de endeudado, teniendo una vida de mierda por decirlo suave. Eso en términos fríos e impersonales como lo es el dinero. Ni hablar de la calidad ni de la carrera que mis hijos quieran elegir, en defnitiva una lotería. Por eso, este movimiento, con sus aciertos y errores, debe continuar hasta lograr un punto de consenso, un punto de equilibrio. No creo en la utopía de educación gratis, sería ideal, pero por ahora no creo que estemos en condiciones de hacerlo. Pero tampoco creo en el sistema barbárico actual. ¿Cual es el "aval del estado"?, es aval pero para los bancos, no para uno, ¿por qué la educación, siendo lo más importante que uno le puede dejar a un hijo, el estado y la soicedad en su conjunto lo ven como un negocio, como un "bien de consumo", como dijo nuestro presidente y ganan plata a destajo con este derecho de cada uno de nosotros?, es tanto su miopía, respecto de entender que en el mediano y largo plazo es "una inversión" del propio país, en su propio desarrollo, frente a un mundo cada vez más competitivo. Ejemplos sobran de visión d estado frente a este derecho, países nórdicos, etc. El tema, para terminar, es que después de esto, que es un primer gran paso y una vez que se logren algunos objetivos claros, este movimiento debe dar paso a otros temas que forman parte del choreamiento ciudadano, del malestar ciudadano, como la vergonzosa salud pública, las isapres, la desigualdad en todas sus expresiones, los fondos de pensiones, "las viviendas sociales", la contaminación, la energía, el medio ambiente, es decir, no debemos dormirnos, es hora de sacar a trotar a los políticos y abrir los ojos, chilenos, como saben el día de mañana mandamos a buena parte de esta mal llamada "clase" política, que lo mejor que han hecho es vivir a expensas nuestras buena parte de su vida.
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